jueves, 8 de mayo de 2008

DIARIO DE EXPOSICIONES: AMAZONAS

Visité la exposición de la Fundación Mapfre en marzo. Una buena muestra de pintoras y fotógrafas del siglo XX: casi un centenar de artistas, españolas y extranjeras. Disfruté mucho con el paseo entre tanta obra de arte. Sobre todo, pensé en una conversación mantenida con unos compañeros del trabajo en diciembre. La discusión trató sobre la siguiente cuestión: ¿la mujer es menos creativa que el hombre? Explicaba una de mis compañeros que, a día de hoy, a igualdad de oportunidades, el hombre sigue estando más presente que la mujer en el mundo literario y artístico. Además, hay más obras maestras o relevanes de hombres que de mujeres. El hombre publica más, expone más, crea más. Creo que mi amiga cae en la falacia naturalista que ya denunció Hume hace unos siglos: hacer del ser, deber ser. ¿Es cierto que hay menos mujeres artistas que hombres? ¿Es cierto que las obras de calidad son más bien productos masculinos que femeninos? Seguramente la respuesta (que se debe a un razonamiento inductivo, cuya conclusión, ya se sabe, es sólo probable) sea sí. ¿Esto implica que la mujer deba ser menos creativa? ¿Podemos inferir una naturaleza determinada para la mujer y para el hombre? No, no podemos. No se infiere. Del mismo modo habría que considerar que los negros son menos creativos que los blancos. La visión etnoandrocéntrica sigue mucho más presente de lo que estamos dispuestos a aceptar, y esto no es simplemente una pataleta o una postura victimista. Ésta sigue siendo mi conclusión respecto a esta polémica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por claras alusiones, hago este comentario.
Yo también he reflexionado sobre aquella polémica conversación y me gustaría añadir algo que en su momento no hice. Creo que todavía no estamos en disposición de afirmar si la creatividad está relacionada con el género, o lo que es lo mismo, si es más fácil encontrarla en un sexo que en otro. Desde mi punto de vista, la razón por la cual aún no estamos capacitados para llegar a esa conclusión o a otra es la siguiente: la mujer sigue atrapada más que el hombre en su papel de esposa, madre o abuela, es decir, la mujer sacrifica muchos aspectos de su personalidad, y entre ellos puede estar el hecho de mostrar al mundo su capacidad creativa, por cuidar a los suyos; por asumir sus responsabilidades, sobre todo maternales. Aún no hay equilibrio en ese aspecto.
Teniendo en cuenta esto, retiro lo dicho, ya que todavía no se puede comparar en igualdad de condiciones a ambos sexos.
(Me gusta mucho lo que nos cuentas en tu blog y cómo lo cuentas.) Un abrazo.