En lafotografía de abajo se observa al hombre sentado en el banco, tan pequeño como una hormiguita en medio de los troncos semidesnudos.
En la fotografía de arriba retraté el Bosque de los Ausentes, un lugar dedicado a la memoria de los que murieron en el atentado de Atocha. La primera vez que visité este montículo artificial me pareció horroroso. Este otoño, sin embargo, los Ausentes han cobrado una presencia diferente, con esta luz tan particular.
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